Monday, November 06, 2006

La cita misteriosa


Guats ap mensos! si...si...sé que muchos se preguntarán donde estuve todo este tiempo. ¿Quizá perdido en una selva centroamericana a punto de ser devorado por caníbales con nombres como “Chiche” o “Gelblumg”?, ¿quizá en medio de una guerra de tizas en un secundario de Longchamps?. ¿Tal vez fumándome un diario “La Nación” en las Bahamas?, ¿Acaso apretando el pomo antes de carnaval?? NO! La verdad es que estuve viendo un campeonato de balero por ESPN, no parece gran cosa, pero tendrían que haber visto al que perdió, yendose enojado con una soguita que le colgaba del ojete... Pasó algo verdaderamente extraño en mi vida en este tiempo, algo terrible. Estaba yo tranquilo en mi casa, entregado a la genial tarea de hablarle a un potus, cuando recibo un llamado de México por cobrar. Zas! Dije, otra vez el chavo que llama para joder...

-Hola! ¿Que mierda querés pelotudazo? –dije sin darle tiempo a nada.

-FEDERIIIIIICO! –se escuchó al otro lado del tubo.

-¿mami?

-¡Por supuesto! ¿Que es ese lenguaje soez? Acaso nada te ha enseñado el profesor “Longaniiiiiza” –dijo mi madre acentuando demasiado la palabra “Longaniza”.

-Jirafales madre, profesor Jirafales....

-Si...si...claro claro...Jirafales, jeje...En fin, te llamo para que hagas lo siguiente, tú solo sigue mis instrucciones: Ve a Alvear 3467 en el barrio de Belgrano y pregunta por el Sr. Mortensen. Una vez allí, haz todo lo que él te diga. Luego de pronunciar esas palabras, cortó. Sentí que algo muy malo estaba a punto de suceder. Pero decidí hacerle caso a las instrucciones de la vieja chancluda. Al día siguiente me levante con el Alba, yo no sabía que era un travesti, el/ella solo me dijo que se llamaba Alba y que cobraba $50. En fin, la/lo despedí y le dije que la próxima avise. Comencé mi camino. Era un día excelente. Una leve brisa movía algunas hojas del otoño, de pronto, una bolsa comenzó a danzar con el viento y las hojas. La bolsa danzaba en el aire y no pude soportar tanta belleza, me senté en la calle y comencé a llorar en medio de la gente, hasta que una señora pasó, sintió lastima y me dio 75 centavos. Genial! Ya tenía para el bondi.

Cuando llegué al lugar sentí nauseas, un sorete chirlo de perro se derretía en la vereda de aquel lugar. Entré con algo de miedo y ganas de vomitar. Una chica con cara de “me quiero ir a mi casa a ver 12 corazones Gay” me preguntó a quién venía a ver. Pregunté por el Sr. Mortensen. La chica me hizo firmar unos papeles misteriosos que no leí porque de cerca no veo nada, pero yo los firmé con cara de pókemon. Una vez firmado los papeles, me pidió que la siguiera a través de un pasillo muy blanco, con extrañas luces tubulares, como se ven en las abducciones extraterrestres. Llegamos a una puerta marrón, ella golpeó tres veces, me dijo “Suerte” y se fue. Un escalofrío me corrió por la cremallera. “Suerte”, ¿para qué necesitaba yo “Suerte”?, estaba a punto de salir corriendo de allí, cuando una voz al otro lado de la puerta dijo: “Adelante”.

Entré con el rabo entre las piernas, como el perro arrepentido, con su mirada tan tierna, con el hocico partido, con el rabo entre las piernas, vuelve el perro arrepentido, con su mirada tan tierna, con el hocico partido, con su mirada tan tierna, con el rabo entre las piernas....Ahh! ya callate callate caaaaallate que me desesperas! (lapsus).

En fin. El hombre estaba allí, escribiendo algo en un block de hojas sin darme mayor importancia. Por un segundo desee que apareciera el Chapulin Colorado y que me sacará de ahí.

El Sr Mortensen me preguntó si yo comía mucha grasa mientras me pesaba en una vieja balanza. "Todo esto es muy extraño" pensé. "Quizá quieran matarme por encargo para darle mis órganos a alguien".

"¡No lo permitiré! ¡Nadie tocara mis Yamahas!. ¡¡¡Muere maldito!!!" Grité a viva voz mientras le partía un florero en la cabeza al tipo ese. Lo último que recuerdo de esa escena, es que unos hombres vestidos de verde entraron y me clavaron algo en el brazo. Luego mis ojos se cerraron, y cuando volví a abrirlos me encontraba en una camilla junto a una enfermera que me miraba y movía su cabeza hacia los lados con cara de: "Que pelotudo".

Días más tarde hable con la vieja chancluda. Me explicó que ella solo quiso que vaya al Nutricionista, que no me deje estar, le parecía que debía tener el colesterol alto de tanto comer en "Mostaza" (Las hamburguesas más grandes).

Ayer llamaron del hospital Argerich, el Dr Mortensen se recupera paulatinamente, parece que la fractura de cráneo está sellando. Bueno. Eso es todo amigos. Y ya saben, no me manden mails porque me ocupan la casilla y no me llega toda la pornografía asiática a la que estoy suscrito.

Silla!

Quico Aconseja: Si vas a parís, visitá la torre Eiffel.

P.D: Ah, ¿la foto? No sé, estaba del culo cuando la subí, creo que es de un día que acompañé a los Rolling Stones a escrachar la ciudad cuando eran una banda de Garage y la madre de Keith Richards nos traía el Toddy con Sonrisas en medio de los ensayos. Ay...que recuerdos...

www.chanseaud.com.ar