Friday, October 13, 2006

Vac tu de fiuter


¡No es lo que parece!...bueno si, me están dando por popa. Pero dejen que les cuente porque todavía no se bien que fue lo que pasó...

No sé si lo saben, pero esto para mí es terapéutico. Compartir los momentos más cruciales de mi vida con perfectos desconocidos me hace bien.

Esto fue un viernes creo, hará cosa de dos semanas. Caminaba yo por unas calles oscuras, rodeado de monoblocks y gente curiosa que hablaba en un extraño dialecto. Recuedo que luego de cada frase agregaban el sonido: “locoéh!”. Decían cosas como: “tenéunamonoda locoéh!?”, “sórrrregato locoeh!?” y cosas así. De repente empecé a sentir un miedo terrible y evadiendo aquella horrible situación me metí en una puerta que decía: “TRACTAC del Quico Estepario, circo anárquico imaginario”

“Guachiguagua!” pensé para mis adentros mientras atravesaba aquella puerta. Adentro estaba todavía más oscuro que afuera, pero al cerrar completamente la puerta se encendieron miles de tubos fluorescentes en lo que era una sala ridículamente enorme.

Comencé a recorrerla sin ver a nadie, cuando al cabo de un rato veo acercarse a lo lejos una figura humana. Era un hombre de blanco y con las canas revueltas, se presentó como el Dr Emmet Brown. Me dijo que tenía una importante misión para mí y me pidió que lo siguiera. Oquéi! Le dije.

Llegamos a una sala con una maquina re loca, estaba bárbara, llena de botonitos y palanquines re copantes! Me dijo: “¡metete ahí che!, yo la voy a ir prendiendo” y me señalo un compartimento con un asiento. “Bueno, viejo, pero, ¿qué es esto, que me va a hacer, que pretende usted de mi??”

El viejo se quedó callado y apretó algunos botones mientras se tocaba el ganso y ponía cara de: “¡Mah si!” al mover alguna de las palancas. “Preparate gil” me pareció oírle decir. “¿COMO??”, “No..nada...que te acomodes...”

La cosa es que me senté y empezó a temblar y a vibrar todo, era como si estuviera recibiendo una llamada REALMENTE IMPORTANTE a mi celular.

Entonces el viejo se agarró las partes, me hizo fákiu, se cagó de risa y apretó un botón rojo enorme que tenía la inscripción: “¡Que se pudra todo!”

El piso empezó a iluminarse y todo se volvió de colores, faltaba John Travolta y eso era Fiebre de Sábado por la noche. Cuando las luces y el ruido cesaron, me encontraba en un extraño pueblo. Un poco aturdido me bajé de la maquina y empecé a recorrer la zona. Me llamaron la atención las casas de piedra y los terodáctilos que volaban, pero fuera de eso, todo bien.

Caminé un rato y me encontré a un tipo en taparabos y con una especie de bate de baseball medio deforme. Me dijo que se llamaba Pedro y que picaba piedras. “Bueno, yo me llamo Federico”, y no le dije a que me dedicaba porque no me gusta hacerme el confianzudo con los extraños.

Bueno Federico, pasá por mi casa a tomar algo, y me contás de donde venís.

“Sali vale” le dije.

La casa era una roña, toda sucia, llena de polvo y con olor a bicho muerto. Un brontosaurio servía de tacho de basura. Me cagué todo y casí lo fajo a Pedro por no haberme avisado del bicho cuando fui a tirar el chicle que venía mascando.

La cuestión es que una cosa llevó a la otra, y cuando menos me lo esperaba Pedro me dijo: “Bueno, creo que te tocó el ocho” “¿Guot???” , le dije en perfecto inglés.

Pedro me golpeó con su bate y al parecer me dejó inconsciente. Porque desperté en mi casa y con mucho dolor de cabeza. En un principio pensé que todo había sido un mal sueño, y que nada de eso había pasado. Me estaba riendo pensando en lo ridículo de mi pesadilla, cuando encuentro un sobre con una carta que decía: “Gracias por una noche inolvidable, siempre tuyo, Peter” y esta foto junto a la carta.


Quico aconseja: Si tenés ropa que era de tu abuelo, no importa lo que te digan de la moda retro, vos tirala que debe tener polillas.

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Monday, October 09, 2006

La fiesta....¿que fiesta?


Bueno...este....que puedo decir a mi favor...

La verdad yo no quería ir a esa fiesta, pero la gente de Schneider insistió mucho con que mi imagen se estaba volviendo popular y que deseaban tenerme ahí. Parece que aparentemente quieren sabotear a Flavio Pedemonti y colocarme a mí al frente de la campaña. Yo solo les dije que Quico no es ningún menso, y que si no hay buena guita, esta carita privilegiada no sale en televisión otra vez, o se creen que estos cachetes perfectamente pulidos y lustrados los tiene cualquiera. La gente de Schneider me dijo que por ahora solo querían que vaya a esta fiesta y haga sociales con la High Society de la cerveza, que me rodee de vedettes y que tome tanta cerveza gratis como quiera. Ok...tampoco soy boludo.

Llegué a la fiesta temprano, Até el monopatín a un poste de luz con una cadena mientras Leo Montero y el otro ignoto que conducía gran hermano me miraban de reojo y se reían por lo bajo...al lado de él estaba la muerte, con una botella de Schneider en la mano...en serio. Les hice fákiu y entré a la fiesta.

Adentro la cerveza corría como el agua. Todo bien hasta que llegó el agua y se enojo por eso de que la estén imitando. “¡Nadie corre como yo!” gritó enfadada y huyó de la sala corriendo como loca. Yo agarré un vaso y serví mi primer medida. Parecía que estaba todo el mundo en esa fiesta. A eso de la una y medía cayó Alejandra Pradón, pero ya está bien. Luego entraron Susana Gimenez y el Corcho Rodriguez, a quien se veía un poco picado. También llegó Jorge Hane, el inventor del Reduce Fat Fast, y adivinen.....a quien tenía a su lado... “la modelo, Marcela Brane”. Guau..pensé emulando a un perro, esta va ser una larga noche. Luego llegaron los teletubbies, Guillermo Andino y la esposa. Después llegó Carlitox, que mientras se empomaba a la esposa de andino se excusaba diciendo que venía a flotar. También entró Charly García, y atrás venía Pipo fumándose un Tomahawck.

La música variaba entre Tom Petty, Los parchís, Dylan, Nicole Neumann, Oasis, El teto Medina (Live at Chacarita), The Smashing Pumpkins, Camilo de Intrusos, Setnova, Ricky Marvelous, The Smiths, Valeria Lynch, Islander, Etc.

Todo iba de pelos, pero la cerveza era mucha, demasiada quizás... la gente empezó a tomar más de la cuenta, y alrededor de las 6 a.m., la EKATOMBE:

El primer indicio que tuve de que todo acabaría en desastre fue al ver a un teletubbie abrazado al Corcho Rodriguez mientras gritaban: ¡Ay Susana Ay Susana Ay Susana, a vos si, que te gusta la banana! Luego veo a la esposa de Andino fumando brócoli con carlitox mientras Andino gritaba: “No...este peinado es recontra macho, ¡uds no entienden!" Y después salió llorando de la fiesta mientras la esposa y Carlitox se le cagaban de risa...

En otra punta de la fiesta Pipo Cipolatti vendía Cds de Los Twist por una birra mientras Charly y Susana Gimenez intimaban en los reservados. El alcohol era cada vez más y la fiesta se degeneraba a pasos agigantados. Todo me daba vueltas y enloquecí yo también. Empecé a caminar dando tumbos por la sala. Estaba totalmente ido. Me crucé a Marcela Brane que vendía el Reduce Fat Fast sin receta en un pasillo, y no lo pude contener, le grite:

“pero andá a lavarte el orto, si no te conocés ni vos!!! ¿Modelo??, ¿Con ese culo???”

Fue entonces cuando Jorge Hane se me vino al humo como una topadora, ahí nomás recordé a Karate Kid y le hice la grulla. El único problema fue que él me hizo el Mike Tyson y me cagó a piñas. Pero no se quedó así la cosa!! No señor!! Después me pegó mucho más!! Por suerte estaban los ejecutivos de Schneider que nos separaban mientras me decían: “No lo vale Quico, este canoso pelotudo no lo vale, no manches tu imagen por este salame” Pero yo estaba echo un Chasqui-Bum y me volví a abalanzar sobre el maldito portorriqueño para darle su merecido. Estaba a punto de partirle la madre cuando por el parlante sonó el Teto Medina Unplugged en emtiví, y todos corrimos a fajar al Disc Jockey. Pero el Disc Jockey era amigo de los teletubbies, y para que!!! Se pudrió todo, ¡el quilombo generalizado! Los teletubbies repartían de lo lindo, pero a nadie le gustan los teletubbies, y todos en la fiesta rodearon a los ¿cinco? Teletubbies con ganas de desquitarse por eso de “OA, OA”. Y se pudrió todo, volaban patadas, piñas, botellazos, vasos rotos, manuscritos de Kerouac, prótesis dentales, discos de los twist, cortes de res, pentiums cuatro, ejecutivos de Schneider, frascos de mostaneza. Todo volaba por el aire y el caos era total.

Salimos todos de allí golpeados y borrachos, nadie estaba en condiciones de manejar, así que como pudimos nos arrastramos hasta una remisería. El de la remisería vió llegar a un teletubbie abrazado a la Su. A Carlitox lo traían entre el Corcho Rodriguez y Pipo Cipolatti. El buen hombre nos fue subiendo a los autos como pudo. El problema es que la única que se acordaba donde vivía era la Su, así que fuimos todos en caravana hasta su casa y nos quedamos todos a dormir ahí, tirados en la cocina, el living, etc.

Me desperté al otro día con una extraña sensación, me olí la remera...

Jazmín me había meado.

Quico aconseja: Si te cambiaste de colegio, y tenés una cabeza enorme decí rápido que todos te llaman "Tigre".

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Querido diario...


Soy yo Quico. Si si el del chavo (¡la concha de tu madre!), me escapé de la vecindad. Basta de chavos y chilindrinas, basta de gente con apellidos como Barriga. Nadie que se apellide barriga puede venir a sacarme un peso, de la renta o de lo que carajo sea, ¡No es serio! Vos quedate por acá, Este es el diario donde voy a contar todo lo que me pasa fuera de la vecindad.

Esto es lo que pasa cuando un adolescente se va de casa.

QUICOAVENTURAS.
...y se va a la puta que lo parió.

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